Prevención de la acumulación de escarcha con la ventilación adecuada del ático


Sin la ventilación adecuada del ático en su hogar, podría acumular una cantidad considerable de escarcha en su ático durante los fríos meses de invierno. Esta escarcha es el resultado del aire caliente que se eleva desde las áreas de vida debajo. Es un problema grave, ya que la escarcha se convierte en agua a medida que se seca, y esta agua se filtrará hacia la casa, se pudrirá en el techo y las vigas y hará que crezca moho. Si has notado la acumulación de escarcha, encontrarás una solución a continuación.

Instalar conductos de ventilación del ático

Los conductos de ventilación del ático se instalan a lo largo de las vigas y bajan hasta el área del sofito. Las rampas son de espuma o de cartón duro. Evitan que los respiraderos del sofito se bloqueen con el aislamiento, por lo que el aire puede fluir a través del área del ático. La instalación es un proyecto bastante fácil de hacerlo usted mismo.

Instalar un ventilador del ático

Mantener las heladas fuera del ático también se puede hacer con un ventilador de ático. Muchos ventiladores de áticos están automatizados, lo que le permite regular la temperatura y el nivel de humedad de su ático sin levantar un dedo. También pueden funcionar con energía solar, ahorrando dinero en electricidad. Algunos ventiladores de áticos pueden incluso encenderse y apagarse según la presión en la atmósfera. Instalar un ventilador es más complicado que instalar conductos de ventilación, pero aún así debería poder hacerlo por su cuenta.

Sellar las fugas de calor

Otro paso importante para prevenir la acumulación de escarcha en el ático es verificar si hay fugas de calor en el espacio habitable que se encuentra debajo. Incluso con una ventilación adecuada en el ático, cualquier calor que se escape del espacio habitable inferior tendrá humedad, que puede congelarse fácilmente durante los días muy fríos.

Inspeccione toda la zona del ático en busca de fugas. Puede hacer esto con un termómetro infrarrojo o simplemente sentándose en el ático en un día muy frío. Marque cualquier lugar donde sienta que aumenta el calor para poder sellarlo con masilla y aislamiento.